LUZ DIVINA

Paratecnología prodigiosa: la prueba de la lámpara hipnagógica Lucia nº 03, por Marc Auburn
17 de octubre de 2015

No meditación, ni largos preparativos, ni puesta en escena. “Acuéstate ahí, ponte estos auriculares, CIERRA LOS OJOS y verás la luz”.
Eso es lo único que me dijeron. Así que bah, sí voy, ¿luz dices? ¿Con los ojos cerrados?
En primer lugar, sonidos agradables en los oídos, de los que potencian la energía vital, la hacen fluida y elevan su frecuencia.
Pensé: vale, conozco eso, es agradable pero es lo de siempre.
Unos segundos de sonido y luego alguien pulsó “on” y la luz blanca llegó, fuerte, palpitante pero no cegadora, atravesó mis párpados cerrados.
……..
Paso de casi cero al infinito en menos de un segundo. La luz blanca se transforma de alguna manera, por fuera es blanca, sólo blanca, sin ningún patrón, pero por dentro de mi es un gran espectáculo. ¡Colores prodigiosos que brillan desde dentro, escenas increíblemente precisas, esto no es 4k, sino 40, 400k! Todos los colores que has visto en tu vida, y muchos otros, una infinidad de otros. Podemos hablar a grandes rasgos de un efecto “hipnagógico” o “caleidoscópico”, pero esto está muy lejos de la realidad.
La verdad es que es simplemente imposible.
Es imposible que el cerebro, la glándula pineal o cualquier otra cosa produzcan esos colores.
Es imposible producir tantos “cuadros” precisos a esta velocidad: es un flujo continuo, no hay dos escenas iguales, el infinito está mostrando su cara.
Imposible controlar el flujo: intento hacer cualquier cosa con la mente, la fuerza de la luz lo aplasta todo.
Imposible memorizar: cómo puedo recordar 10 o 100 escenas por segundo, cada una de las cuales no es una continuación de la anterior.
Es imposible ver tanta belleza, tanta profundidad, tanta precisión con un “material” físico.
Tal variedad es imposible. Hay de todo: geometría y no geometría, cielos cósmicos llenos de estrellas, figuras imposibles, paisajes imposibles, superficies metálicas, superficies blandas, naves espaciales y Dios sabe qué más. Sabes intuitivamente que podrías pasar el resto de tu vida aquí, no habría dos escenas iguales.
Todo esto brilla desde dentro, la luz divina ilumina todo hasta lo más profundo del más mínimo detalle.
Mi mente observa, disfruta y analiza el espectáculo libremente, pero esto no disminuye la fuerza, la belleza y la diversidad de la experiencia.
Una precisión increíble, repetida 10 veces, 100 veces por segundo, impulsada por la frecuencia. La demostración es brillante.
La vibración lo hace todo y lo es todo.
Dos veces la frecuencia baja a cero y el espectáculo para, el paisaje es sólo una sopa vagamente luminosa. Salgo del paraíso con la sensación de haberlo perdido para siempre, la parte visual del paraíso.
Entonces vuelve el pulso y los mundos se vuelven a formar al instante. “Dios” debe haber jugado así con el cosmos, ¡esperemos que no se vaya de vacaciones!
A veces el flujo se ralentiza un poco y tienes tiempo para memorizar.
Grandioso, sublime, prodigioso desde el primer hasta el último segundo.

La mayoría de las personas que pasaron bajo la luz ese día estaban tan “impactadas” como yo, a veces más.
Por ejemplo “Ángela” (es un alias) tardó unas 2 horas en aterrizar: impacto energético, mental, espiritual. Sólo 2 o 3 encontraron la experiencia más común, no me lo imagino pero es lo que experimentaron…
La experiencia me planteó muchas preguntas. ¿Puede esta tecnología “conectar” visualmente con algo de una dimensión superior? Aunque parezca una locura, parece posible. ¿Pero cómo?
Los diseñadores, un psicólogo clínico y un neurólogo, explicaron que fueron “guiados” por unos sueños para crear un dispositivo que activa la glándula pineal y despierta la conciencia humana.
4 días después sigo sintiendo una sutil sensación de iluminación interior, como si mis recuerdos astrales se vieran reforzados por los recuerdos de belleza del plano físico. Sin embargo, cuando miro el paisaje soleado del sur de Francia, donde vivo, me parece gris y aburrido en comparación, ¿dónde están los verdaderos colores? En este mundo oscuro que con demasiada frecuencia creemos que es la única realidad, la luz divina puede mostrarse, y costará trabajo que nuestras mentes ordinarias dejen de clasificar esto como un “sueño”.
Descubrí esta tecnología por “casualidad”, si es que se cree en la casualidad. Pero sé muy bien lo que vi, la visión más hermosa de mi vida en un cuerpo material. No veo qué puede aportar ninguna droga en términos visuales, así que quizá haya oportunidades en la lucha contra las fuertes adicciones patológicas, químicas y religiosas. No veo qué más puede aportar ninguna droga en términos visuales, así que quizá haya oportunidades en la lucha contra las fuertes adicciones patológicas, químicas y religiosas. Imagino que, combinada con la “soundtable” que recibiré de Estados Unidos muy pronto, la luz puede producir resultados significativos hacia la experiencia multidimensional. He estado mirando la adquisición, “cuesta un ojo de la cara” pero creo que me lanzaré después de mirar algunas cosas.
Tras un periodo de pruebas y experimentación, si los parámetros son los adecuados, ofreceré estas tecnologías al público, en mi casa de la región de Perpiñán. No con fines terapéuticos, sino en el sentido de exploración y desarrollo espiritual, sobre bases sólidas, eficaces y rápidas.
Si los protocolos no demuestran una clara eficacia en un amplio espectro de la población, los guardaré para mí y para unos pocos miembros del “club” del 0,001%.

Parece que hay más de lo que pensaba.

“Fiat lux et lux fuit” (Sea la luz; y fue la luz).